11 de octubre de 2008

Emprendimiento e Innovación Empresarial

LA UNIVERSIDAD CORPORATIVA: Una Estrategia de Aprendizaje Permanente

El auténtico debate, en el siglo XXI, en la economía del conocimiento y la innovación, estaría en el aprendizaje permanente, proactivamente conducido por el propio individuo, aunque reciba para ello medios, apoyo y tutela. Pero, ¿qué debemos aprender? La pregunta puede formularse inicialmente de otro modo: ¿qué perfil nos exigen los nuevos tiempos, para el ejercicio profesional?

Si usted llegó alto y tiene resuelto el futuro, puede sucumbir a la creencia de que ya sabe suficiente; incluso así, podría aprender por la satisfacción de hacerlo, o para lucir su saber, o en beneficio colectivo. Pero casi todos hemos de aprender para prolongar nuestro valor en el mercado de trabajo, a pesar del paso del tiempo. A este respecto, veamos ahora concretamente en qué consiste un trabajador ideal, en la economía del conocimiento.

Más o menos, el perfil del nuevo trabajador del conocimiento que nos dibuja Peter Drucker:

1. Ha alcanzado ya un visible grado de desarrollo personal y profesional.
2. Maneja con soltura las TIC.
3. Tiene suficientes destrezas informacionales (búsqueda, interpretación, evaluación, etc).
4. Sabe qué sobra y falta en su perfil profesional.
5. Es proactivo en el aprendizaje, y al respecto utiliza los medios a su alcance.
6. Goza de cierto grado de autonomía en su trabajo.
7. Practica también el aprendizaje en equipo, en entornos físicos y virtuales.
8. Aplica convenientemente su saber, su pensar y su sentir, en el actuar cotidiano.
9. Persigue la mejora y la innovación.
10. Subordina sus intereses particulares a los colectivos.